Proyecto Comenius Multilateral 2010-2012. NEW EUROPEAN CITIZENS FOR A COMMON FUTURE
Crónica del Intercambio Internacional “Collège Emilie Carles” – IES Ramón y Cajal Ancerville (Francia). 4 al 11 de diciembre de 2011.
El viaje comenzó temprano, nada menos que a las ¡5:45 de la madrugada! del 4 de diciembre de 2011. A pesar del madrugón en domingo y del frío mañanero, la ilusión y el nerviosismo se reflejaba en las caras de los alumnos. Autocar a Madrid y avión, que para la mayor parte de ellos también era una novedad.
Llegamos a Paris sin contratiempos. Todo marchaba bien hasta que al llegar al andén para coger el tren de cercanías, y tras unos minutos de espera, nos anuncian que se retrasará debido a un problema en las vías. ¡Vaya si se retrasó! ¡Nada menos que hora y media!, pero ahí no acabaron nuestros problemas pues el tren viajaba repleto y nosotros con las maletas a cada parada éramos estrujados por aquella masa humana que, también hartos de la espera, no se andaba con ningún miramiento.
Finalmente, pudimos alcanzar la estación del este, origen de nuestro siguiente trayecto. Ya eran las 16:30 cuando subimos al tren con destino a Bur le Duc. Enseguida empezó a anochecer y tantas horas de viaje iban haciendo mella. Por fin llegamos y la emoción se desbordó al ver a las cinco compañeras francesas que esperaban en el andén. Tras las presentaciones y después de la frialdad del primer encuentro, cada uno se fue con su correspondiente familia de acogida.
El lunes 5 empezamos la jornada temprano. Nos llamó la atención su diferente organización escolar, fue curioso ver como a las 7:55, al sonido del timbre, todos los alumnos formaban en filas por cursos en el patio del colegio y a las 8:00, al sonido de otro timbre, ya se encontraban todos en sus clases preparados para empezar con una puntualidad absoluta. Los alumnos y profesores del intercambio –ingleses, franceses, italianos y españoles- fuimos recibidos en el comedor del colegio en un desayuno de bienvenida presidido por el Director del centro, tras el cual los alumnos realizaron una visita basada en un juego de búsqueda de pistas y después asistieron a clase de idioma. Otra peculiaridad fue el horario de la comida tan diferente al nuestro. Entre las 12:00 y las 14:00 las clases se paran para comer, la mayoría de los alumnos lo hacen en el comedor del colegio por turnos: ese día el menú consistía en alubias verdes con salchichas tipo frankfurt. Después de comer llegó el turno de la presentación de los respectivos trabajos. Nuestro grupo fue el encargado de abrir fuego y, por aquello del que da primero da dos veces, el resultado fue excepcional. Posteriormente, fuimos invitados a la merienda en el colegio preparada por las propias familias. Fue el momento para entablar conversación con unos y con otros. El encuentro finalizó con los respectivos discursos de agradecimiento y con la entrega de un regalo por parte del centro que se acabaría convirtiendo en nuestra particular “pesadilla”, una enorme y pesada figura de cerámica conmemorativa del encuentro de la cual nos estuvimos acordando durante todo el viaje de regreso a casa; pero llegó intacta y hoy podemos admirarla en el despacho de nuestro Director.
El martes era el día más esperado -San Nicolás- que para los franceses es el equivalente a Papa Noel. La jornada comenzó a las 8:00 con la rutina, ya habitual. Nos reunimos todos los participantes del intercambio en el aula de trabajo y, en grupos, estuvimos preparando villancicos de cada país. Nosotros nos arrancamos con “La Marimorena” y pandereta en mano y acompañados de la música del ordenador estuvimos ensayando con las alumnas francesas para después hacer una representación en vivo, de la que a pesar de lo histórico del acontecimiento y lamentablemente no queda ningún documento sonoro. A las 10:00 y bajo una ligera lluvia y un fuerte viento salimos por el pequeño pueblo de Ancerville a visitar los lugares más representativos buscando las pistas solicitadas. Resultó interesante la visita al cementerio local con sepulturas de soldados de la 1ª y 2ª guerras mundiales y lo más divertido fue el encuentro con San Nicolás que iba de visita a la guardería del pueblo. El regreso al colegio a la hora de comer fue lo más celebrado, sobre todo porque nos esperaba el menú especial de San Nicolás, con dulces incluidos. La tarde la dedicamos a un taller de decoración, por supuesto de San Nicolás y, adivinad... ¡a cantar villancicos para los niños de la guardería!, y a comer dulces típicos de la región.
Corta fue la jornada del miércoles 7 ya que en Francia, y es otra peculiaridad, los miércoles solo se asiste a clase hasta las 12:00 del mediodía. Nos dedicamos a la elaboración, en grupos de diferentes nacionalidades, de carteles referentes a los temas trabajados en el Proyecto Comenius, es decir: arquitectura y patrimonio, gastronomía, medio ambiente y desarrollo sostenible, música y folclore, tradiciones. Después todos a sus casas a disfrutar el día en familia.
El jueves 8 fuimos de excursión a la ciudad de Metz. La visita empezó por la casa de Robert Schuman, con un cierto desconcierto entre todos los visitantes al creer que se trataba del compositor (Robert Schumann) en lugar del padre de la Unión Europea. Al fin y cabo sus nombres solo se diferencia en una “n” y nadie nos había informado de a dónde íbamos. Tras la aclaración, la visita resultó muy interesante complementada con actividades educativas. Comimos y por la tarde visitamos la preciosa catedral gótica de Metz. ¡Impresionante!, especialmente la altura de las bóvedas y la esbeltez y elegancia de su traza. Después continuamos con una visita rápida por la ciudad que finalizó en el mercado navideño.
Casi sin darnos cuenta, el viernes 9, abandonábamos Ancerville y emprendimos viaje a París; eso sí, tras los consabidos lloros de las alumnas francesas y españolas por la despedida. A mediodía llegamos en tren a la ya conocida estación del este de Paris y en unos minutos estuvimos en el hotel. Una vez instalados tomamos el metro y nos presentamos en el Arco del Triunfo. Desde lo alto pudimos divisar la inmensidad de Paris. Luego recorrimos los Campos Eliseos, disfrutando de la iluminación y de los puestos de navideños, hasta llegar al Museo del Louvre, visitándolo y disfrutando de obras como: la Victoria de Samotracia, la Venus de Milo, la Gioconda....Después de un día tan ajetreado cenamos y a descansar.
El sábado 10 lo iniciamos en la torre Eiffel. Ascendimos a lo más alto y sentimos el vértigo de la inmensa altura. Luego recorrimos el Campo de Marte y, después de comer, continuamos la visita por Los Inválidos, donde visitamos la Tumba de Napoleón. A continuación el Puente de Alejandro III, la Plaza de la Concordia, y, finalmente, llegamos a la Catedral de Nôtre Dame. Después de la visita fue imposible evitar las deseadas tiendas de souvenirs, donde nuestros alumnos dejaron parte de sus ahorros. El día lo acabamos en el Centro Pompidou con gran cansancio pero contentos de disfrutar de una bellísima ciudad.
El domingo 11 no nos resistimos a marcharnos de Paris sin pasar por Montmartre, cuna de pintores, y sin visitar el Sacre Coeur después de ascender la obligada escalinata. Tras ello, aun nos quedó tiempo de pasar por la Opera, la Madeleine, y la Plaza Vendôme. A mediodía estábamos camino del aeropuerto y casi sin darnos cuenta estábamos en Madrid donde nos esperaban las familias para traernos felizmente a casa.
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