Después del agotador viaje de ida y vuelta a Florencia, nos levantamos un poco más tarde y desayunamos de forma relajada.
Comenzamos las actividades visitando, en primer lugar, la Basílica de Santa María la Mayor, que está próxima a la estación Termini. Del interior de la iglesia cabe destacar el bello techo artesonado del Quinientos, los mosaicos que decoran el ábside, el baptisterio y las capillas laterales al altar mayor. En esta basílica está la tumba de Bernini.
A continuación nos dirigimos a San Giovanni in Laterano. A partir de este momento y teniendo en cuenta la excelente forma física del guía, se fue fragmentando el gran pelotón, con la posibilidad de pérdida de unidades en la ruta prevista. Llegamos a la Piazza di San Giovanni in Laterano y realizamos el reagrupamiento |
| San Giovanni in Laterano es la catedral de Roma. Es la más antigua y la de rango más alto entre las cuatro basílicas mayores o papales de Roma, las otras tres basílicas son la Basílica de San Pedro del Vaticano, la Basílica de San Pablo Extramuros y la Basílica de Santa María la Mayor. La actual basílica es de estilo barroco obra de Borromini. El baptisterio de esta basílica es un edificio independiente de planta octogonal. Junto a la iglesia se levanta el gran Palacio de Letrán, que fue residencia de los Papas en tiempos de Constantino y como tal quedó hasta el siglo XIV, cuando éstos trasladan por unos setenta años su sede a Avignon (Francia). Enfrente de la Basílica de San Giovanni in Laterano se encuentra el edificio en el que está ubicada la Escalera Santa, compuesta por 28 peldaños de mármol, por la que, de acuerdo a la tradición, subió Jesús andando hacia Pilatos. Desde aquí bajamos a lo largo de Vía di San Giovanni in Laterano hacia el Coliseo para visitarlo. Su verdadero nombre es el de Anfiteatro Flavio y su construcción se remonta a los tiempos del Imperio, el año 70 d. de J.C. En su interior el conjunto de gradas tenía cabida para unas 50.000 personas. La visita al Coliseo fue muy gratificante para todos los que lo visitaron. Cesar y yo, mientras tanto, nos tomamos un cafecito en las proximidades de la Domus Áurea de muy grato recuerdo. |
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En las proximidades del Coliseo está el Arco de Constantino. Desde este punto intentamos la entrada al Foro Romano por la zona del Arco de Tito, pero el acceso no estaba permitido. El grupo se disgregó y tardamos algún tiempo para reagruparnos en la entrada al Palatino por la Via di San Gregorio. Visitamos la colina del Palatino, que es una de las siete colinas de Roma (Celio, Esquilino, Aventino, Viminal, Quirinal, Palatino y Capitolina). Aquí se encuentran los restos de los templos de Magna Mater y de la Victoria. En la época imperial se construyeron grandes palacios, destacando el de Augusto o el de Tiberio. Bajamos al Foro Romano.
El Foro Romano era el centro político y social de la ciudad, en la antigua Roma era el lugar destinado para tratar los asuntos públicos y privados. Lo atraviesa por todo su largo la Via Sacra, que todavía conserva parte de la pavimentación originaria. Dentro del Foro nos desplazamos desde el Arco de Tito hasta el Arco de Séptimo Severo. Cesar explicó al grupo la ubicación de los numerosos restos arqueológicos del Foro, entre los que podemos destacar, la Basílica Emilia, la Curia, que era la antigua sede del Senado Romano. Delante de la Curia se encuentra el Comitium, un lugar de reunión para las asambleas populares. Bajo un cobertizo, frente al Comitium, se están realizando excavaciones, que dejan al descubierto el Lapis Níger (loza de piedra oscura). En el Lapis Níger se lee un epígrafe: el texto latino más antiguo hasta ahora conocido (siglo VI a.c.). |
| Llegamos al Arco de Séptimo Severo, casi del todo intacto; al lado de éste se encuentra el Umbílicus Urbis (base circular de piedra), que indica el centro de la antigua ciudad. A la izquierda del Arco de Séptimo Severo aparecen los Rostra, las tribunas desde donde hablaban los oradores romanos. Los Rostra se asoman a la Piazza del Foro, dominada por la Columna de Focas, que aún se conserva. Enfrente de los Rostra se encuentran los restos del Templo de Vespasiano. Giramos a la izquierda y entramos en la Via Sacra, a la derecha los restos del Templo de Saturno (de época republicana), los restos de la Basílica Julia hecha levantar por Julio César para las celebraciones de la familia Julia. A continuación de la basílica se observan tres hermosas columnas corintias, que pertenecen al templo de Cástor y Pólux (Templo de los Dioscuros). Siguiendo por la Via Sacra podemos ver a la izquierda las ruinas del Templo de Julio César, a la derecha la Iglesia de Santa María Antigua, derivada de un edificio pagano y, adosado a la iglesia, los restos del Templo de Augusto, del que una parte queda incluida en la Iglesia de Santa María Antigua. Enfrente surge el Templo de Vesta, de planta circular. En su interior ardía perennemente el fuego sagrado. Para mantener siempre vivo este fuego, fue creado la Orden de las Vestales (jóvenes vírgenes que debían alimentar continuamente su llama). Las Vestales vivían en un edificio cercano al templo, llamado Casa de las Vestales. Siempre a la izquierda de la Via Sacra aparecen las ruinas de la majestuosa Basílica de Majencio. Salimos del Foro a la altura del Templo de Antonino y Faustina, transformado en la Iglesia de los Santos Cosme y Damián, hacia la vía de los Foros Imperiales. |
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Por la tarde visitamos la Iglesia di San Pietro in Vincoli, llamada así porque custodia las cadenas con las que sujetaron a San Pedro (las cadenas se exhiben bajo el altar). Esta iglesia es famosa porque alberga bajo su techo el mausoleo del papa Julio II, realizado por Miguel Ángel, en el que destaca la majestuosa imagen del Moisés.
Dejamos la Iglesia de San Pietro in Vincoli y nos dirigimos hacia el Coliseo y el Arco de Constantino. Partiendo del Arco de Constantino, bordeando el Palatino por la Via di San Gregorio, llegamos hasta el Circo Máximo. En el Circo tenían lugar las carreras de carros (cuadrigas). Tenía una capacidad para unas 250.000 personas. Siguiendo la Vía dei Cerchi llegamos a la Iglesia de Santa María in Cosmedin del siglo VI. Tiene un pequeño pórtico en el que se encuentra la Boca de la Verdad, que según la creencia popular, podría morder la mano de los mentirosos. Entramos en el interior de la iglesia medieval. Tiene planta basilical. A través de unas escaleras se puede llegar a la cripta. Enfrente de la iglesia podemos ver el Arco de Jano y el Templo de Vesta (análogo al del Foro Romano). Por la Via del Teatro Marcelo llegamos hasta el teatro del mismo nombre. Las columnas que aparecen frente al teatro son las que quedan del Templo de Apolo Soriano. A muy poca distancia está el Capitolio. |
| El Capitolio se asienta sobre la Colina Capitolina, una de las siete colinas sobre las que surge la ciudad de Roma. La rampa de gradas que sube hacia la Piazza del Campidoglio y todo el conjunto de edificios de la plaza, Palacio de los Senadores (en el centro), Palacio de los Conservadores (a la derecha) y Palacio de los Museos (a la izquierda), fueron diseñados por Miguel Ángel. Al final de las gradas que suben hacia la Piazza del Campidoglio se hallan, a los dos costados, las estatuas de Cástor y Pólux junto a sus caballos. En el centro de la plaza está una réplica de la estatua ecuestre del emperador Marco Aurelio, cuyo original está ubicado ahora en los museos capitolinos. A la derecha de la Piazza del Campidoglio y asentada sobre la roca capitolina está la Iglesia de Santa María de Aracoeli, a la que se accede a través de una larga escalinata. Entramos en el palacio del museo capitolino, donde se extienden salas en las que pueden admirarse interesantes esculturas del arte clásico, como el gálata moribundo, el beso, la sala de los filósofos, que guarda los bustos de hombres significativos para la historia del pensamiento, bustos de numerosos emperadores romanos, la Venus Capitolina,... El Palacio de los Conservadores, situado a la derecha del Palacio de los Senadores, contiene muchísimas obras de arte, entre las más destacadas, El Espinario y la Loba Capitolina (arte etrusco). Desde la Via del Campidoglio, que corre a lo largo del costado derecho del palacio de los senadores, se llega a los restos del Templo de Júpiter. A través de un pasaje subterráneo, bajo el palacio de los senadores, se alcanza un mirador que ofrece una espléndida vista del Foro Romano. |
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Abandonamos el Capitolio y llegamos a Piazza Venezia, considerada el centro geográfico de la ciudad, dominada por el monumento a Víctor Manuel II (Altar de la Patria). Desde la Piazza Venezia se entra en la Via dei Fori Imperiali. Primero se llega al Foro de Trajano, en el que destaca la Columna Trajana y los Mercados. A continuación, al Foro de Augusto, al Foro de Nerva y al Foro de Julio César.
Ha sido un día muy duro y la mayoría de los alumnos quieren regresar al hotel, sin embargo un reducido grupo decidimos acercarnos al barrio del Trastevere. El punto de encuentro es la plaza donde se encuentra la Basílica de Santa María in Trastevere, una de las primeras o acaso la primera fundadas en Roma (siglo III). Una vez realizada la visita a la iglesia nos fuimos a tomar un refrigerio en uno de los típicos bares del barrio.
Regresamos al hotel. A las 22,00 horas nos reunimos en un tratoria próxima para cenar todo el grupo. La cena fue muy divertida, y los postres... más. |
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