Aterrizamos en el aeropuerto de Roma (Fiumicino) sin novedad. En las proximidades del Vaticano nos esperaban dos guías locales, que nos llevaron por los lugares más emblemáticos de la ciudad de Roma. Nos alojamos en el Hotel Novo al lado de la estación Termini. Después de comer salida del hotel para realizar las visitas previstas en el programa de actividades, diseñado antes del comienzo del viaje. Esta primera jornada dedicada preferentemente al barroco. La primera visita fue a la Iglesia de Santa María de la Vitoria, en cuyo interior se encuentra El éxtasis de Santa Teresa de Bernini. A continuación visitamos la Piazza de Barberini, en ella podemos contemplar la hermosa Fontana del Tritón (la primera realizada por Bernini). De esta plaza sale la elegante y famosa Via Veneto, en cuyo comienzo se encuentra la Fontana delle Api (abejas), ideada también por Bernini. Siguiendo por la Via Veneto, llegamos a la Iglesia de Santa María de la Concepción. En los subterráneos de esta iglesia, las capillas están decoradas con los huesos de miles de frailes capuchinos. |
Nos encaminamos a la Via del Quirinale y visitamos dos iglesias barrocas, la Iglesia de San Carlo de las Cuatro Fuentes, austera en su decoración y construida por Borromini, el gran rival de Bernini, y la Iglesia de Sant Andrea al Quirinale, suntuosa en su decoración, construida por Bernini.
En la Piazza del Quirinal, donde se encuentra el palacio del mismo nombre y residencia del presidente de la República se puede contemplar la fuente de los Dioscuros (Cástor y Pólux con sus caballos), rematada con un obelisco.
Bajando por las callejuelas que salen de dicha plaza, llegamos a la famosa Fontana de Trevi. Su construcción fue por voluntad del papa Clemente XII. Las esculturas de la fuente son obra de Bracci. En el centro está la figura de Neptuno en un carruaje arrastrado por dos caballos marinos guiados por Tritón. Se considera una de las más hermosas fuentes del mundo. Dice una tradición popular que quien desee volver a Roma, antes de irse, ha de arrojar una monedita a la fuente. |
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Salimos a la Via del Corso y llegamos a la Piazza Colonna, cuyo nombre deriva de la alta Columna de Marco Aurelio, que se asemeja a la Columna de Trajano, en el Foro del mismo emperador. Muy cerca está la Piazza di Montecitorio donde se levanta el Palazzo Montecitorio (actual Cámara de los Diputados). Bajamos hacia la Piazza della Rotonda, donde se yergue el Panteón, uno de los más célebres monumentos del arte romano. Fue un templo dedicado a todos los dioses. Se edificó por voluntad del cónsul Agripa, pero fue transformado en tiempo de Adriano. Por dentro aparece una planta circular con cúpula. Altura y diámetro iguales (43 metros); la única abertura en el centro de la cúpula (oculus) tiene 9 metros de diámetro. No hay ventanas. Paredes de 6 metros de grosor. El Panteón, en época cristiana, quedó transformado en iglesia, lo cual favoreció su inmejorable conservación hasta nuestros días. En las capillas interiores existen numerosas obras de arte, así como las tumbas de importantes personalidades de la historia, como el rey Víctor Manuel II, el rey Humberto I y la reina Margarita y del arte italiano, entre ellas la de Rafael. |
Desde el Panteón llegamos a la Piazza Minerva, en cuyo centro aparece un obelisco con elefante (obra de Bernini). Está ubicada en esta plaza la Iglesia de Santa María sopra Minerva, único ejemplo en Roma de la arquitectura gótica. |
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